Los Perejiles mejoran la masa
Cuando el mundo laboral no te ofrece una oportunidad, es la mejor ocasión para intentar procurársela uno mismo. Si el ojo social todavía desenfoca y estigmatiza, mírate como te gustaría que te vieran. Casi todas las alternativas y muchos de los grandes progresos sociales aún pendientes amanecerán desde dentro y hacia fuera, desde la rebeldía y el compromiso contigo… al servicio propio y al de todos.
Existen casos de una literalidad rotunda. Leandro, Franco, Mateo y Mauricio, cuatro jóvenes amigos de Buenos Aires formados en distintas ramas de hostelería, llegaron a temer que su futuro laboral pudiera estar en el horno, chamuscado antes de empezar, por convivir con el síndrome de Down. Y en el horno encendieron su futuro, creando una empresa de alimentación en eventos y a domicilio, llamada Los Perejiles, de la que son socios fundadores. Especializados en pizzas y empanadas, hoy celebran su encargo número 327 desde que en julio de 2016 se estrenaran en un evento para 50 personas con un éxito unánime. Hoy ya son una veintena de trabajadores implicados en un proyecto que contó con Leandro López, presidente de la Asociación Crecer Sumando, como coordinador y dinamo inicial.
Leandro, Franco, Mateo y Mauricio, cuatro jóvenes amigos de Buenos Aires, temían por su futuro laboral por convivir con el síndrome de Down. Y crearon una empresa de alimentación en eventos y a domicilio Share on XLópez creyó en ellos como activo, los acompañó sin tutelar en un momento de creciente zozobra, cuando esperas que se te tienda alguna mano y la realidad es que no se requerían ninguna de sus manos en ninguna tienda; por supuesto, aplaudió la determinación de los cuatro jóvenes por convertirse ellos mismos en el puente que hacía falta para unir la orilla de su capacidad y formación con la orilla laboral, tan lejanas hasta entonces. Los Perejiles, ubicados en el apacible barrio bonaerense de San Isidro, han llegado a atender eventos de 600 personas y reúnen casi 50.000 adhesiones en su página de Facebook, mientras valoran la posibilidad de abrir delegaciones y ampliar su radio de acción efectiva más allá de la capital argentina. No basta con querer para poder, pero seguro que nunca se puede si no se quiere.
Su mayor evento, aquél por el que deberán ensayar horas y horas de horneado y frecuentar sin desmayo el menú sin gluten que dedican a sus clientes con celiaquía, será celebrar el fenómeno internacional en el que se han convertido. Lo amasan en su determinación diaria por reivindicar lo que son, lo que saben que son. Porque serlo sin saberlo es muy parecido a no serlo. Y saberlo es un impulso decisivo para seguir siéndolo y que el resto se entere. En estas masas se esconde lo que ya no debería ser un secreto: la salsa de toda sociedad es su diversidad y todos debemos aportarle sabor. Como hacen Los Perejiles.