BIOGRAFÍA JAVIER HERNÁNDEZ AGUIRÁN
Diploma paralímpico como nadador en los Juegos de Londres 2012, donde accedió a una final con 33 años sin haber entrenado nunca antes de cumplir los treinta: se considera un diploma único, porque no logró más… y también porque no se encuentran referentes a nivel mundial con las mismas coordenadas: a esa edad, con tampoco tiempo, en natación y ahora que el deporte paralímpico es profesional ente las principales potencias del mundo. Es el tercer europeo en obtener el permiso oficial de conducir, entrenador de fútbol titulado por la Federación Argentina y director deportivo por la Federación Española; periodista deportivo y Doctor Honoris Causa por el Claustro Doctoral Iberoamericano- JAVIER ‘SEPIA’ HERNÁNDEZ nació sin brazos, y con una dismetría en las piernas, en un mundo diseñado para tenerlos. Lo hizo en Zaragoza en 1979.
Su sola capacidad de adaptación y el mero paseo por su azarosa trayectoria podrían sostener un relato apasionante y hasta inspirador. Pero él va más allá. Quizá porque siempre lo ha hecho. En realidad, siempre ha hecho todo con todos. Desde el primer día de clase en el colegio hasta ahora. Casi siempre con los pies cuando los demás lo hacían con las manos… Pero con todos. Febril creyente de la convivencia universal, ensaya y contagia un juego de preposiciones donde se insta a vivir con tus propias circunstancias y nunca de ellas, ni contra ellas. Todos tenemos las nuestras, se vean más o menos.
Su conferencia ‘De los pies a la cabeza’ motiva e inspira desde la identificación con lo que dice, sin recursos dramáticos ni cargas sentimentales. Desde la naturalidad que Javier siempre ha querido izar como bandera vital y desde el innegociable ánimo de que el centro de la escena es quien recibe el mensaje, y no el circunstancial emisor. Casi nunca se trata de lo que un chico sin brazos dice que hace y yo nunca podré hacer; al contrario, es lo que yo, con o sin discapacidad, con mis circunstancias, sean las que sean, no hago, no pienso y no creo, pudiendo hacerlo, pensarlo y creerlo.
Dedicada…
A todos aquellos que se centran en lo que tienen y no en lo que les falta.
A quienes fatigan cada problema enfocándose en la solución.
A quienes se enfrentan a sus debilidades y las convierten en fortalezas.
A quienes se atreven y aceptan nadar contracorriente hasta que la corriente cambie.
A quienes solo dejan que sea la realidad y el intento los que le confirmen qué son capaces de hacer.
A quienes el mundo no les cambia y tratan de cambiar el mundo.
A quienes son siempre ellos mismos y viven de los pies a la cabeza.