La adolescencia, sin etiquetas, se vive mejor
Un nutrido grupo de jóvenes estudiantes del colegio Santa Ana de Calatayud fueron los beneficiarios de una nueva edición de este ciclo social ‘Hashtag…qui’, auspiciado por el Grupo Eurofund, donde se trabaja la liberación propia y ajena de las etiquetas que, entre todos, nos procuramos y que a todos nos terminan envolviendo y afectando.
La etiqueta social es un factor reductor del individuo, de cada individuo, por el efecto que conlleva de ensombrecer el todo por apenas una de sus partes. Nadie somos sólo una de nuestros partes, incluso en el infrecuente caso de que esa parte detectada nos corresponda realmente. Debemos recuperarnos como sujetos de nosotros mismos y recuperar al resto como sujetos de sí mismos. Yo soy yo y mis circunstancias son mis circunstancias, pero mis circunstancias, y menos una sola de ellas, no son yo.
La adolescencia, una edad tan delicada y sensible en la definición de la personalidad presente y futura, siempre se ha antojado una muy recomendable frontera para compartir el mensaje De los pies a la cabeza, para todo el mundo en todo el mundo, y que pretende, como misión de cabecera, facilitar que cada ser humano se comprometa con su mejor versión, sea la que sea, para generar un efecto mariposa que optimiza a la sociedad y la empuje a su mejor versión. Y eso, siempre complicado pero nunca imposible, sólo sea viable si nos liberamos de las etiquetas que nos contaminan y somos capaces de decir: “¡Hashtag…qui!”.