El abanderado del 2×1

Chano es Sebastián y es muchas cosas más. Algunas las lleva tatuadas en cuerpo y vida, mientras otras emergen con la rotundidad de una segunda piel que hace tiempo ya merece ser la primera. Quizá bastaría con subrayar que se trata del deportista paralímpico español, junto a otro gigante por apreciar como Richard Oribe, con un mayor número de medallas de oro en Juegos (ocho), para 16 en total, y que sigue devorando entrenamientos con la meta de competir en Tokio 2020… ¡con 63 años! Si lo logra, sobrarán los motivos para que sea el abanderado del equipo español, se diría.

CHANO RODRÍGUEZ, nacido en Cádiz en 1957 y vecino de Vigo desde los 70, vivió durante una década en un claustrofóbico dos por uno. El dato apela a una superficie, pero bien podría valer como moraleja de vida. Como máxima expresión de esta propuesta de multi-conferencias en la que, gracias a voces de todos los tonos y timbres, aspiramos a compartir una cultura renacentista, donde nada sea el fin de nada y siempre haya una nueva vida por estrenar, impulsada por la esperanza en uno mismo, en su propio destino y en la búsqueda permanente de su mejor versión

Medalla de Oro al Mérito Deportivo en 2009, la existencia de Chano floreció donde y cuando parecía abocada a marchitarse. Añadan que ingresó caminando y salió en silla de ruedas por sostener una huelga de hambre durante 400 días. Aferrado al lema “aprender del pasado, vivir el presente y trabajar para el futuro”, ha llevado al extremo positivo la necesidad social básica de la segunda oportunidad y se ha convertido en una inspiración ineludible para quienes sentencian de por vida en un único juicio y para quienes viven condenados a esa invisibilidad pese a estar al día con la única balanza que debería existir. Quizá necesitemos como abanderado a quien alcanza la excelencia pese a todas las resistencias que aún nos confinan en libertad.

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